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Mostrando las entradas de junio, 2004

La Cachucha

Acabo de llegar de comprar un desodorante y un desinfectante para lentes de contacto, y recordé una reflexión que tuve hace años. Ahora, no me quiero poner muy 1984 , nada por el estilo. No tengo problema alguno con la gente que sale a la calle sin saber muy bien si está bien o mal vestida; no me molestan mucho las malas combinaciones, a la vez que lo pelos mal llevados o las pintas ochenteras- además, porque los ochentas se están poniendo de moda. Sí, me molesta un poco la gente que escupe en la calle, a pesar de que los médicos del siglo XIX estén de acuerdo al decir que es lo más saludable del mundo, pues se libra de la flema que obstruye el pulmón. Sólo me molesta de vez en cuando la gente que sale a la calle con barros de punta blanca, primero porque me da un pánico hediondo-literalmente- saber que quizás explota en cualquier momento, y no quiero estar cerca; no obstante, reconozco que uno no controla esos impulsos cutáneos, a pesar de que sí puede controlar la fuerza de los dedo

Morfeo Director

Fue entonces cuando decidí navegar por el televisor. Me dejé atrapar por una película, quizás porque llovía mucho, o porque apareció, en primer plano, un sujeto envuelto en una capa negra, siguiendo silenciosamente e alguien más que entró a un centro de mormones. Lentamente, la película adquirió un tono sombrío; hablaban de ángeles, de apariciones, y hubo un momento- lo juro- en que vi en la cara de un maniquí una figura siniestra, una mirada gótica envuelta en una vestidura del siglo XVIII. Reconocí a Pacino como enfermo de sida, y a Meryl Streep. Vi cómo fornicaba sin pasión una pareja de esposos, y cuando ella le preguntó porqué siempre cerraba los ojos durante el acto, él confesó que fantaseaba con hombres. La mujer se le paró al frente, desnuda, y le preguntó al hombre qué veía. Él contestó que nada. Luego el sueño se posó en mis párpados, y soñé esos sueños milimétricos. Recuerdo que soñé que llovía, como en la película, y creo que en algún momento aparecía la figura siniestra. C

Citas Sueltas

Rodolphe, aburrido de los amoríos monótonos con Emma, empieza a sentirse ahogado. El narrador lo dice mejor que él, sobre todo porque él nunca lo dice: Il s'était tant de fois entendu dire ces choses, qu'elles n'avaient pour lui rien d'original. Emma ressemblait à toutes les maîtresses; et le charme de la nouveauté, peu à peu tombant comme un vêtement, laissait voir à nu l'éternelle monotonie de la passion, qui a toujours les mêmes formes et le même langage. Con razón Charles Bovary jamás pudo con esa mujer. Y esta se la dedico a Santi, quien me dio el consejo de estar aquí: Roderigo: Tush! Never tell me; I take it much unkindly That thou, Iago, who hast my purse as if the strings were thine, shouldst know of this. Iago: 'Sblood, but you'll not hear me. If I ever did dream of such matter, Abhor me.

El Nombre

Lo que me llamó la atención, irremediablemente, fue el nombre: Blogger. Seguramente es un sustantivo, pero me ha costado un trabajo tremendo saber exactamente a qué hace referencia. Se me ocurrió buscarlo en el Collegiate de Merriam, pero no lo reconoce: ni como blog, o, daría la misma escribirlo, blogger. Tiene un sonido feo, incluso en inglés- digo incluso, ya que a veces me gusta pronunciar palabras inglesas con fonética castellana, salen productos pocas veces comprensibles, pero no por eso indeseables. Una vez, haciendo fila para el concierto de Metallica en Bogotá, el compañero de turno me preguntó acerca del disco "Quillemall" (léaese, por supuesto, en español). Silencio rotundo. Mala estrategia para hacer amigos temporales. Sí, suena mal, pero estoy seguro que me iré a la tumba con ese sonido. También me gusta referirme a grupos cuyo nombre está en inglés, pero con artículos en español: Los Beatles, o Los Doors. ¿No debería ser Las Doors? Morrison leyó mucho a Rimbau