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Mostrando las entradas de abril, 2006

domingo

¿Por qué esta sensación? Quizás sea por la multa del viernes en la madrugada, pero igual siento que se desprende de ésta y abarca otro tipo de parajes. Me la paso entonces leyendo por acá, yedo y viniendo por blogs desconocidos, y ninguno me llama la atención. Decido entonces entrar al mío, que ha dejado de serlo precisamente por mi ingratitud y falta de atención. Hoy la temperatura bajó un puñado de grados, y pienso que quizás el verano no llegará nunca. INtenté hace un rato hacer una tarta de manzana, con tan mala fortuna que no logré ir más allá de la masa inicial. Tengo tres libros pendientes, pero ninguno me llama ahora. Tengo un proyecto de novela, que es más proyecto que novela, pero tampoco me llama, es como si la voz se perdiera en el viento frío que logra atravesar estas ventanas lejos de ser insonoras. A veces prefiero los días laborables a los festivos, porque en esos tengo qué hacer, tengo la rutina, tengo el reloj, tengo el horario. Pero ahora veo pasar la tarde, con gana

Fernández místico

“Luego cuatro entidades grandiosas, el Amor, el Arte, loa Muerte, la Ciencia, surgieron en mi imaginación, poblaron solas las sombras del paisaje, visiones inmensas suspendidas entre dos infinitos del agua y del cielo; luego aquellas últimas expresiones de lo humano se fundieron en la inmensidad negra y olvidado de mí mismo, de la vida, de la muerte, el espectáculo sublime entró en mi ser por decirlo así y me dispersé en la bóveda constelada, en el océano tranquilo, como fundido en ellos en un éxtasis panteísta de adoración sublime. Instantes inolvidables cuya descripción se resiste a todo esfuerzo de la palabra! La luz de la madrugada que destiñó el brillo de las estrellas y le devolvió al mar su glauca coloración mareante, me hizo volver a las realidades de la vida.” (DS 258)