Agua
Hoy en la noche, mientras preparaba un plato de espaguetis con una salsa que ya se me había ocurrido alguna otra vez. El agua había empezado a hervir, pero antes de esto ya había yo picado la mitad de la cebolla de Gerona, morada como un repollo sin tener absolutamente nada que ver, y la otra mitad de cebolla normal como un redondel, blanca como cualquier otra, y dos ajos. Mientras puse a fuego lento la combinación de todo esto mas un calabacín picado en finas esquinas, cada una independiente, en una buena cantidad de aceite de oliva sin olvidar la sal y la pimienta, y luego de haberlo dejado una buena veintena de minutos allí cocerse y soltar y dar sabor, decidí que era momento de poner los tomates picados en cuadrantes no del todo perfectos. Para esto, saqué un limpión, y sostenidos en la misma mano comencé a lavarlos. Mientras caía el agua de la llave imaginé los centenares de miles de hogares que exactamente en ese momento estaban haciendo eso: lavando un tomate. Aún así, pensé: “N...