Entradas

Mostrando las entradas con la etiqueta sueños

Un rostro irrepetible

Imagen
Hace poco leí, no sé si en una novela corta de Nerval, que cuando alguien muere desaparece un rostro irrepetible. Me quedó sonando esa idea, sobre todo en relación a los sueños (quizás por esto tengo la impresión que la leí en Aurelia , pero no estoy del todo seguro). Pensé en todos los rostros irreconocibles con los que he soñado, así fueran de personas desconocidas o conocidas (la lógica de los sueños que reemplaza un nombre conocido con un rostro extraño). Entonces se me vino a la mente un proyecto imposible que a su vez podría demostrar una idea también imposible: crear una base de datos de imágenes de todos los rostros del mundo, y clasificarlos por categorías precisas, dependiendo de cada uno de sus rastros (ojos separados, nariz aguileña y pelo bermejo, orejas que recuerdan alpes o mejillas sonrosadas como las de Briseida, etc.). Al despertar de un sueño en el cual apareció un rostro desconocido, poder buscarlo y saber si ese rostro efectivamente existe. Sería increíble poner un...

Esperando a Morfeo

Imagen
Mi sueño, como intuyo que el de cualquier otro mortal, es caprichoso. Hay épocas en las que lo concilio de inmediato, sin siquiera pensar que me estoy durmiendo; pero hay otras en las que me veo como un espectador pasivo en el juego que necesariamente implica la llegada del sueño, como me ocurrió precisamente anoche. Ya había pensado en escribir algo que estuviera relacionado con la llegada del sueño, y ayer, precisamente, experimenté de nuevo lo opuesto a aquello sobre lo que quería escribir, que es la pasividad absoluta, la gélida situación que es estar en cama, durante más de dos horas, a la espera, no precisamente de Godot, pero en este caso de Morfeo. Y no, no me refiero al insomnio, porque éste tiene un lenguaje en particular que, ajeno a toda lógica, nos debilita en el momento de enfrentarlo: las decisiones son imperceptibles, nos sentimos desahuciados, como niños pequeños. Pero ayer fue distinto, porque en realidad quería dormirme, luego de haber sentido que el sueño estaba lle...

Un sueño en Alsacia

Imagen
Hace un par de noches tuve un sueño creativo. En compañía de algunas personas, entraba en el primer piso de mi finca. Entonces veía sus portales carcomidos, en la semioscuridad de la noche, y el espacio grande y amplio aún sin distribuir. Comprendí entonces que estaba entrando en el primer piso de lo que debió haber sido mi finca hace unos 120 años: estaba entrometido en algún tiempo ajeno, en un tiempo al cual no pertenecía. Medité sobre el tema en el sueño, y entonces tuve la revelación para un relato o corta novela juvenil: un niño entra en algún cuarto olvidado de su finca, y encuentra un baúl cuya tapa está bordada con siluetas doradas. Al abrirlo, ve algo; no supe muy bien qué, pero al cerrar el baúl y salir del cuarto, se daba cuenta de que hacía falta una de las puertas que normalmente hubiera encontrado en la habitación adyacente al cuarto olvidado. Camina un poco más, y el samán lóngevo que siempre ha dado sombra es apenas un matorral. Cae en cuenta de que al abrir el baúl, s...

Una tentativa de sueño

Anoche, antes de ir a dormir, hablamos con Miguel acerca de los sueños, y me contó uno que me impactó fuertemente. Él estaba acostado, y el cuarto era exactamente el mismo cuarto que tiene cuando está despierto. Se levanta, como se levanta cualquier otra persona, y camina hacia la puerta. A escasos centímetros de que su mano toque la chapa, oye una voz, que surge de la nada, y la reconoce como la de un primo. De manera ágil y directa, le sugiere enfáticamente, entre recomendación y mandato, que no salga de la habitación: no sabe muy bien qué puede haber afuera, y es posible que se pierda una vez cruce la puerta. Entonces Miguel piensa en voltearse, y ver su cama, pero una vez más la voz álgida del primo: está prohibido voltearse, porque de hacerlo se vería a sí mismo. Sin explicación clara, sin métodos conocidos, le sugiere que no abra la puerta, y que camine lentamente hacia la cama, de espaldas, cosa que hace con un rigor de dentista. El primo le guia, y finalmente se acuesta, segura...