Sobre la carta de amor

La carta de amor verdadero es la efigie de la vida. Existen pocos textos de los cuales se puede depender tanto. Cuando el novelista escribe por supervivencia, lo hace para salir del abismo: el amante escribe su carta para no caer en él. La carta de amor entonces toma dos caminos: el de la comprensión y el de su recepción. Tristes historias hemos oído de la carta de amor que nunca llegó a su destinatario, clausurando así un amorío apenas naciente, una pasión emergente. Pero una vez la carta llega a los ojos del amado, se espera de él el juego de significación, la materia viva que implica necesariamente ser comprendido. Pero no todo tiene un color vivificante: la carta de amor siempre se moverá en la ambivalencia de la incomprensión. La carta de amor es el recuento de una experiencia amorosa, de un sentimiento latente. Cuando escribo una carta de amor, mi amada comprende mi sentir amoroso, mas no mi amor en sí, porque es inexplicable: sería un camino igual de intrincado al de escribir po...