Es necesario romper el silencio
No es que Barcelona no me haya traído suficientes frases poéticas: me he dejado levar más por la meditación, casi mística, de lo que debo escribir; pero en el momento de intentarlo, las palabras son difíciles. Además, escribir desde locutorios suramericanos o pakistaníes no me trae la suficiente plenitud que me daba mi cuarto bogotano, desde el cual veía los cierros orientales.
Ya vendrá más, lo prometo.
Ya vendrá más, lo prometo.
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