La melodía eterna
La ventaja de llevar cualquier tipo de rutina de escritura, bajo el mismo lomo, es la posibilidad de comprenderse a uno mismo en el tiempo. Cuando estaba en el colegio, cargaba siempre con el mismo cuaderno blanco, que no pretendía ser diario ni nada por el estilo, sino un sencillo bloc de notas para escribir cualquier cosa que se me ocurriera. Pasado el tiempo, acudía a ese bloc, que era más bien un espejo sacado de los límites del tiempo, y me comprendía en determinado momento, con la convicción profunda de haber creído esto o aquello, de haberme gustado esto o aquello, de estar pensando en esta o en otra. Claro, la escritura siempre sirve en esto, pero creo que también podemos localizarnos en el espacio recordando la música que oíamos en determinado momento, aún la sigamos escuchando ahora: porque la música, como el olor de los perfumes, nos recuerdan paraísos alguna vez obtenidos. Lord Henry, luego de pedirle a Dorian que toque un nocturno, dice: "What a blessing it is that th...