La sabana de Bogotá

Recordatorio: la sabana de Bogotá, siempre lluviosa. Las nubes forman un molde invisible en el cual la lluvia invierte la lógica del "buen tiempo" y del "mal tiempo". ¿Quién decidió otorgar estas categorías? No podemos negar la esporádica necesidad de la lluvia: a veces un día soleado es como una camisa mal planchada. Hay algo místico, ascético en ese molde de la sabana: en no poder quitarnos el manto que no protege porque, de hacerlo, nos privaría de la esencia misma, que no es más que la lluvia.

Comentarios

martín gómez dijo…
La sabana es caprichosa, poeta. Las cosas son como son.

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