Dedaliana (I)
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¿En qué consiste mi escritura ahora? Bien podría decir que trata, por lo menos en el blog, de reconocer un mundo invisible en el mundo visible, atento a las correspondencias que bien le he aprendido (espero) a Baudelaire. Hace un par de semanas leí con gusto un libro de Ribeyro; hoy lo tengo en la estantería. Desde hace dos días ha sido la novela artúrica, pero quizás mañana sea la literatura amorosa china, y así seguiré. ¿Cómo conduce la lectura a la escritura? Cuando Gauvain llega por vez primera a las tierras del Rey Pescador dispuesto a ver el Graal, un sacerdote le impide el paso, puesto que no trae la espada con la que fue decapitado San Juan. La aventura sólo se resuelve con otra aventura. Pensado en términos físicos, una pared del laberinto lo distanciaba del Graal, pero era necesario tomar el sendero que hasta allí lo llevara: la cercanía no siempre garantiza la ejecución.
Llevamos el laberinto en el pecho, como en el retrato de Veneto. Detrás del bosque está la epifanía, pero para esto debemos atravesar el desierto que la legitima.
Llevamos el laberinto en el pecho, como en el retrato de Veneto. Detrás del bosque está la epifanía, pero para esto debemos atravesar el desierto que la legitima.
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